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«Oversharing «

Por qué debería preocuparnos Los riesgos de compartir datos

El “oversharing” neologismo inglés que proviene del término inglés “over” (sobre) y “sharing” (compartir) podríamos traducirlo como “sobrecompartir”, es decir, cuando compartimos demasiados datos en las redes sociales.

Es un fenómeno cada vez más común entre los menores quienes, al practicarlo, se exponen a serios riesgos. Esta sobreexposición de información personal por parte de ellos se produce sin que sean conscientes.

Las nuevas tecnologías e Internet se han convertido en enormes herramientas de comunicación, pero su mal uso puede acarrear consecuencias negativas sobre todo entre los más pequeños.

Casi la mayoria de los menores poseen un perfil en al menos, una red social.

Indicar la ubicación, compartir futuros planes o difundir su número de teléfono móvil son algunas de las prácticas más comunes entre los menores en internet. Y cuando se publica un contenido en la Red es a perpetuidad, ya que es difícil conseguir que las plataformas eliminen los datos publicados. El riesgo no solo se sitúa en el futuro, sino también a corto plazo

Así, al compartir información personal en línea, los menores se arriesgan a ser víctimas de delitos como:

Suplantación de identidad: Con todos esos datos que aportan los menores, fotografías, nombre completo, edad…Los ciberatacantes puede crearse una imagen muy real de ese menor para suplantarlo en Internet, puede servir para ‘bullying’ (acoso escolar) ; convertirse en un ‘hater’ (persona que difunde comentarios negativos y hostiles en las redes) y después los menores deben demostrar que han sido víctimas de esta suplantación para evitar  consecuencias futuras de actos que no han cometido.

Pornografía infantil : En este caso los menores son los encargados de poner en la red este tipo de imágenes, una inofensiva fotografía en la playa con amigas o amigos o  un vídeo de un baile,  puede ser utilizada para su distribución y consumo al no tener cuentas privadas, se convierten en un mercado abierto y gratuito, este material se distribuye por medio de redes, foros, correo electrónico o sistemas de mensajería instantánea, llegando a sujetos con algún tipo trastorno sexual o parafilia (desvío de índole sexual)”. Además los ciberdelicuentes podrían ponerse en contacto con ellos, para pedirles más contenido y convertir a los menores en víctimas de acoso mediante el chantaje.

Secuestro : Cuando el menor sube una foto con el uniforme del colegio, una fiesta a la que acude y comparte historias en directo de un evento, hace videos o ’stories’ de su día a día, incluso indica donde está de vacaciones, otras personas pueden situarle en un punto concreto a una hora determinada e incluso conocer su rutina diaria, el secuestrador sabrá todo de la víctima potencial sin moverse de su casa, los secuestros de menores se hacen con diversos fines pero la vulnerabilidad del menor pasa del terreno digital al real. 

Existen muchísimos riesgos en la red y los menores comparten su información de modo inconsciente. Por eso es necesario que los adultos les eduquemos en el entorno digital y les enseñemos a seleccionar la información que suben; a las redes, este es el primer paso, pero además :

  • Utilicemos herramientas de control parental.  
  • Comuníquemonos con nuestros hijos.
  • Mantengamonos informados sobre las politicas y normas de privacidad.

A largo plazo, el contenido que compartan en redes sociales seguirá disponible, incluso si borran su perfil, es posible que esa información siga online, en cuentas de amigos y conocidos o registrado en otras páginas que tuviesen el contenido asociado.y que podrían ser perjudiciales en un futuro. Por eso es muy importante «Antes de Publicar nos paremos a Pensar».

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